Luego de todo el sufrimiento de un pueblo perseguido relatado a lo largo de la novela, el Pope Fotis dice:
“No seremos los primeros en atacar. Pero si se nos acomete, tenemos estas manos que Dios nos ha dado y golpearemos a nuestra vez. ¿Qué puede lograr la justicia, cómo puede imponerse en un mundo injusto y desvergonzado si no está armada? ¡Nosotros armaremos la justicia! Nosotros mostraremos hoy que la virtud también tiene manos. Cristo no es solamente un cordero, es también un león. Y como león es como vendrá hoy con nosotros.”
Niko Kazantzakis. Cristo de nuevo crucificado.