En Radal, un pequeño pueblo hacia al sureste de Temuco (Araucanía, Chile), las señales de celular son muy débiles. En esta casa, el único lugar donde se recibe señal es en este sector cerca de la ventana.
La solución es colgar los celulares en estos canastillos y no andar con ellos, ya que no tiene sentido andar con el aparato sin señal. En esas condiciones, el movil se transforma en teléfono fijo.
La costumbre urbana de moverse, de caminar mientras se habla no es posible aquí, ya que en medio de una conversación se puede cortar la llamada. La solución, hablar siempre al lado del canastito.